Te extraño

Y me llega esa mierda a mi mente de extrañarte. No entiendo el daño causado, pareciera que fueras buena y que te fuiste por una buena razón. No encuentro claras explicaciones del porqué. Quisiera odiarte y olvidarte; a veces te odio, pero no te olvido, pero a veces te amo y te recuerdo.

Tampoco entiendo tu actuar, pareciera que sientes lo mismo, que me recuerdas y me amas que me odias pero no me olvidas, que quisieras estar conmigo pero cada vez te alejas más, y esa mierda me molesta.

 

(30/12/09)

Soy mexicano pero no lo vuelvo a ser

“Soy mexicano pero no lo vuelvo a ser” sueña que responde El Gallito de Jojutla, en El Mariachi de Juan Villoro, cuando le preguntan sobre su nacionalidad. ¿Cuántas personas en realidad pensarán o querrán lo mismo? Muchas personas que han tenido que abrirse camino en el extranjero porque este país no les dio oportunidad de crecimiento ni de realizar sus sueños. Muchos siguen sintiéndose orgullosos de ser mexicanos, pero muchos, renuncian incluso a su nacionalidad natal para adquirir la del país que realmente llevan en el corazón.

Pero ¿Qué es lo que no nos gusta de este país? Demasiadas situaciones nacionales pueden ser la respuesta. Puede ser el retraso económico que hemos vivido durante toda nuestra historia y que impide, u obstaculiza, la realización de sueños. Retraso que sumerge a la mitad de la población en la pobreza, la cual, no permite disfrutar de uno de los valores, que aunque no más importante, sí de los más necesarios, como lo es el dinero. O a lo mejor no queremos ser mexicanos por el racismo. Ese racismo permanente que no aceptamos como hábito pero que aplicamos día a día de manera generalizada, y en el cual, somos víctimas y victimarios. Porque aquí nadie se salva. Rechazamos a los prietos, a los chaparros, a los altos, a los gordos, a los extranjeros, a los güeros, a las mujeres, a los indígenas, a los flacos, a los discapacitados, a los pobres, a los ricos, a los güevones, a los entusiastas, a los políticos, a los empresarios, a los ignorantes, a los intelectuales, a los ecologistas, a los corruptos, a los honrados, a los pendejos, a los astutos. A todo el que sea humano. Peor, a todo lo que tenga vida. Pudiera ser también causa de arrepentimiento mexicano, la sociedad falo céntrica que hemos construido, y a la cual hace referencia en múltiples ocasiones Villoro en su libro. La incongruencia de creerse y aspirar a ser un país avanzado, pero ser tan vulnerables ante situaciones banales, como un “puente largo”, como una mención a nuestras mujeres bigotonas, o como, en El Mariachi, a un pene, a ese pene que rige las relaciones sociales, y que, como si fuera Dios, es venerado pero a la vez temido. Ese pene que engrandece al “Gallito” cuando hacen creer a la gente que tiene un miembro de grandes proporciones, situación que no le parece, pero por la cual, en un principio, tampoco estaba dispuesto a mostrar la realidad.

No culpo a los que por falta de identidad, preferirían haber nacido en cualquier punto del planeta que esté fuera de los 2 millones de kilómetros cuadrados de esta nación. Porque recordemos que este país no se encuentra ni en el espejo: No sabe qué es, cómo es, ni cómo ni cuándo se perdió. Hemos construido una “identidad” recogiendo la basura que dejó un evento al que llamamos “Revolución Mexicana”, pero que de ese espejismo creado forzadamente, hoy pocos podrían asegurar tener siquiera un rasgo proveniente de ese movimiento.

En esa extraña creación estereotipada del mexicano, también se han adoptado varios elementos oriundos de Guadalajara y sus alrededores. De esa Guadalajara de la que huye Brenda en El Mariachi. De esa muestra representativa que aterra y hace huir a muchos. En Guadalajara, el que no es charro o futbolista, es puto, se afirma. A mí me advirtieron desde mi llegada a esta ciudad, que aquí no puedes salir con amigos en números pares. O salen cinco, o salen tres, o sales solo. Y sinceramente, en esta ciudad, he visto más putos que charros y futbolistas juntos. Eso, sin contar seguramente a los que son charros, futbolistas y putos a la vez. Combinación que, se quiere creer, sería como agua y aceite, pero que en realidad es como agua y agua, y que por supuesto, no se aplica en una identidad aspiracional, y por la cual, “el Juan Gabriel” representado en el cuento de Villoro, reprime sus tendencias homosexuales, que se ven reflejadas en sus fantasías con Schumacher, su especial gusto por el sexo oral (que se afirma que cuando se tiene predilección por éste por encima de la penetración se tienen tendencias homosexuales) y la facilidad con la que besó al actor.

Esa identidad auténtica que no tenemos es la que debería de arraizar a las personas a México. Esa carencia es por la que muchos mexicanos “tampoco volverían a serlo”. Pero no nos conformamos con no querer serlo, sino que no aceptamos al que sí quiere. En México, durante el año 2008, mil novecientas cuarenta personas obtuvieron su declaratoria de nacionalidad, y cuatro mil cuatrocientos setenta y uno su carta de naturalización, que aunque es el año más bajo en la década, no representa una tendencia. Para nosotros, los mexicanos que nacimos aquí, valemos más por el simple hecho de haber visto por primera vez la luz en esta tierra. Sin embargo, ¿Qué vale más, alguien que por azares del destino fue mexicano, o alguien que por su propia elección quiso serlo? Al parecer el destino está por encima, y rechazamos cuando alinean en la Selección de futbol a alguien naturalizado; no se diga cuando esos naturalizados empiezan a arrebatar los mejores puestos laborales del país.

“Soy mexicano pero no vuelvo a serlo” seguramente muchas personas exitosas como lo fue González Camarena pensarían lo mismo, personas que a su capacidad y logros no se les ha sabido recompensar, y mucho menos, ha sabido el país aprovechar de esa gente privilegiada, que sí se da en esta tierra, pero que pocas veces descubrimos o les creemos, lo que evidencia que los “Los Culpables” de no querer ser mexicanos, somos los mismos mexicanos.

Fuente:

VILLORO, JUAN. (2007). Los culpables. OAXACA DE JUAREZ, OAXACA.: ALMADÍA.

Estadísticas de Permisos Art. 27 Constitucional y Documentos Art. 30 Constitucional. Dirección general de Asuntos Jurídicos. Secretaría de Relaciones Exteriores. 2009. URL:http://www.sre.gob.mx/tramites/juridico/estadisticas.htm accesado el 19 de Noviembre de 2009.

Las 6 joyas

Encontraré cada una de ellas aunque tenga que arrastrame. Viajaré al lugar maldito donde las dejaste por agarrar tus maletas. Navegaré incansable en búsqueda de las 6 joyas que despreciaste con descaro, las juntaré, y veré de qué están hechas.

Posiblemente no sean más que una barata fantasía que tragué una a una creyendo valían como un metal precioso. Volaré al país de nunca jamás. No, volaré al país de nunca más. A esa tierra infertil que mató lo que vivía, que pudrió lo que florecía. Y espero no pudrirme, porque sigo vivo, y aunque duela, floreciendo, y floreciendo encontraré las flores marchitas que tiraste en ese vivir, que ocultaste en ese instante, que mataste delirante.

(2009)

Obama

He dicho que mi candidato a ganar era John McCain, y no el que ahora es presidente, Barack Obama. He dicho que no soy republicano, que de hecho, en un principio le iba a Hillary Clinton incluso sobre McCain. Me enteré de la existencia de Obama a mediados del 2007. Desde un principio, me llamó la atención la imagen de su campaña, gráficamente era muy buena. En ese momento era él un desconocido para todo el mundo (yo me enteré de su existencia porque me puse a investigar acerca de los 21 precandidatos a la presidencia de EU por parte de los dos partidos principales). Nunca creí que ganaría. Era un desconocido, era negro y su nombre era difícil de pronunciar. Pero hay gente con talento y él lo tiene (y su equipo también), y ese talento, le permitió derrotar a Hillary Clinton en las primarias, y después pasar sobre McCain.

Sigo pensando que Obama es una total creación de la mercadotecnia, sin embargo, eso no le quita el que sea un excelente orador, ni que tenga un carisma extraordinario. Creo que es bueno que sea una persona diferente, que sea joven, que sea alguien cercano a la tecnología, y sobre todo, que no esté tan viciado como lo pudieran estar otros. Pienso que los que afirman que es el candidato del S XXI están en lo correcto. Sin dudas es ya el candidato modelo de esta era.

Pienso también que se le está poniendo una carga muy grande: la resolución de todos los males mundiales. No es Dios ni todopoderoso. Es diferente y cambiará muchas cosas más de protocolo que de fondo. Sinceramente, creo que para Obama, la crisis que le ayudó a ganar las elecciones, se ha vuelto ahora en su contra y se volvió el principal tema a resolver. Él estaba listo para cambiar la posición y recuperar el liderazgo de Estados Unidos en el mundo, para mejorar las relaciones internacionales, pero no para lidiar con esta profunda crisis económica, y seguramente, eso cambió sus ideas del gabinete y sus planes a corto plazo.

El Martes fue un día histórico. Muchos lucharon y murieron sin ver un presidente afroamericano. A nosotros nos ha tocado vivir la historia; a los que asistieron a su juramento les ha tocado participar en ella, y eso, es algo extraordinario en la vida. Por el bien del mundo, esperemos que cumpla y supere las expectativas, será difícil, pero los buenos deseos le llegan desde cada rincón del planeta.

(Enero 2009)

Quisiera Primavera

Quisiera ver la primavera.
Quisiera verla florecer en tu mirada,
verla marchitar en tu corazón
y verla renacer en tu alma

Quisiera llenarme de tu encanto,
lavarme con la espuma de tu belleza,
acariciar el resplandor de tu piel
y abrazar la suavidad de tus besos.

Pero la primaverá ya pasó,
los cánticos de tus entrañas se apagaron,
la llama en tu pupila se ha extinto,
tus manos han muerto en el verano.

Quisiera que estuvieras en este invierno,
que me abrazara la ternura de tu cuerpo,
que me quemara lo terso de tus manos,
que me cobijara lo frío de tu persona.

Quisiera ver la primavera en tu mirada,
que floreciera en lo terco de tu ser,
que marchitara en tu estéril corazón,
y que al final, como en otoño,
deshojara lo cruel de tus engaños.

 

(Octubre 2009)

Volver a volar

¿He caído de tu cielo y no he chocado con el suelo?
No lo sé, pero empiezo a volar de nuevo.
Doy esos aleteos de esperanza que me hacen ver alcanzables otros cielos,
en esto no hay engaño, sí hay dolor y sentimientos encontrados,
pero mis alas se plegaron y otros me las abrieron de nuevo.

He caído de tu cielo, pero ahora busco uno nuevo.
Comienzo a volar lento pero seguro.
Echo miradas atrás y sólo veo nubes grises,
nubes que volé gustoso, cielos que recorrí amoroso.
He caído de tu cielo y no sé si choqué con el suelo.

Los vientos soplan en todas direcciones,
como lo hicieron las flechas que me derribaron,
pero no hubo traición, aunque sí hubo obsesión.
No me tiró el humo de tu amor, me tiraron los vientos del engaño.

¿He caído de tu cielo y no he chocado con el suelo?
Posiblemente, pero aunque hoy vuelo bajo, no vuelo en tu cielo,
y aunque no vuelo en tu cielo, voy elevándome,
elevándome hasta la gloria que me llevaste en un ayer.

 

(13/10/09)

El amor que vuelve

He escuchado hablar de un amor,
he escuchado hablar de un amor que vuelve,
he añorado verlo, he añorado abrazarlo,
me envió una carta para decir que viene en camino.

Es ese amor que no viaja solo,
es el que regresa crecido y transparente,
al que no le gustan las bienvenidas,
el que solo vuelve, recuerda, perdona y olvida.

He visto a ese amor caminar,
he visto cuando partió para buscar eso que solo él sabe,
he escuchado sus pasos alejarse prometiendo retornar,
he visto creciendo su silueta contra el sol,
me saluda a lo lejos y me ha dicho “espera sin desespero”.

Y el amor que vuelve camina lento, y yo lo acelero,
y ese amor volviendo avanza despacio y me sonríe,
y ese amor me sonríe y lo extraño,
y me abraza, y lo abrazo.

 

(13/10/09)

Cambios tributarios

Primero que todo: no soy economista. Esto, pudiera (según el lector) invalidar mi opinión, o por el contrario, validarla más por ser una persona que sólo paga impuestos pero que no participa en su establecimiento.

En su discurso, el presidente Calderón, afirmó que era momento de hacer los cambios y reformas deseables y no sólo las posibles. No pareciera estar actuando para cumplir eso. Ahora que ha enviado su paquete presupuestal para su próxima aprobación o modificación, nos hemos enterado de nuevos impuestos, los cuales creo, son sólo un parche para las ya dañadas finanzas públicas. Creo que era momento de  arriesgarse, de haber mandado de una vez una reforma fiscal holística, de atreverse a incluir un IVA generalizado, y no de andar inventando impuestos nuevos que sólo reflejan el temor a agarrar el toro por los cuernos.

Es momento de dejar de cobrar más impuestos, a mi parecer, esa es una estrategia faltante de creatividad y de capacidad. Por el contrario, creo que es el momento de empezarles a cobrar a los que no pagan -incluidos los pobres-, de que todos pongamos para sacar adelante este país, momento de empezar a quitar privilegios faraónicos a los trabajadores del Estado, momento no sólo de recortar sueldos a los líderes y altos mandos federales, sino de vigilar los gastos de los gobernadores, de los presidentes municipales, de los diputados locales, de los rectores, momento de detectar y recortar “aviadores”, y sobre todo, de generar una certidumbre fiscal a todas las personas que se atreven a invertir en este país.

 

(13/10/09)

Raúl Castro, capitalista

Hoy, leyendo El País, me topé con una nota titulada “Raúl Castro pide austeridad y dice que las reformas se aplazan, pero continúan adelante” en la cual se puede leer una frase reveladora y claramente capitalista:

“No nos engañemos más; si no hay presión, si no existe la necesidad de trabajar para satisfacer mis necesidades, y me lo están dando gratis por aquí y por allá, nos quedaremos sin voz llamando al trabajo”.

No hace falta agregar más, pienso que la mentalidad cubana está cambiando y llegará un punto en que la realidad no se pueda tapar con protocolo.

(13/10/09)