Todavía hay gente que vale la pena

Iba llegando a mi depa. Estaba estacionando mi carro, cuando de repente, veo que una religiosa (monja, madre o lo que sea) ya grande de edad que caminaba por la banqueta, se desvía unos metros en dirección hacia mí. Lo reconozco, al verla con papeles en mano pensé -“En la madre, ahí viene a darmeContinue reading “Todavía hay gente que vale la pena”