Leyendo en la web, me topé con la homilía del Papa Francisco del día 20 de Septiembre del año 2013, en la que, ataca y expone a la peor enfermedad que aqueja a la humanidad: el dinero.
De forma clara, y conectando con las enseñanzas de Jesús, dijo:
«Hallamos tan, tan frecuentemente en los periódicos: ¡hombres corrompidos en la mente! El dinero corrompe. No hay vía de escape. Si eliges este camino del dinero, al final serás un corrupto. El dinero tiene esta seducción de llevarte, de hacerte deslizar lentamente en tu perdición. Y por esto Jesús es tan decidido: no puedes servir a Dios y al dinero, no se puede: o el uno o el otro. Y esto no es comunismo, esto es Evangelio puro. Estas cosas son palabra de Jesús».
Además agregó:
«El dinero te ofrece un cierto bienestar: te va bien, te sientes un poco importante y después sobreviene la vanidad. Lo hemos leído en el Salmo [48]: “te viene esta vanidad”. Esta vanidad que no sirve, pero te sientes una persona importante»
«-Pero Padre, yo leo los 10 mandamientos, y ninguno habla mal del dinero, ¿Contra qué mandamiento se peca cuando uno hace una opción por el dinero?
-¡Contra el primero! Pecas de idolatría. He aquí el porqué: porque el dinero se convierte en ídolo, y tú le rindes culto. Y por esto, Jesús nos dice que no puedes servir al ídolo dinero, y al Dios viviente: a uno o al otro. Los primeros padres de la Iglesia (hablo del S. III más o menos el año 200, el año 300) decían una frase fuerte:
“El dinero es el estiércol del diablo.”
Y es así. Porque nos hace idólatras y enferma nuestra mente con orgullo, nos genera una manía por cuestiones ociosas, y nos aleja de la fe. Corrompe.»