Pareciera muchas veces algo lógico y de sentido común, pero cada tres años, al ver las fotografías de los diferentes candidatos en mi país, pareciera que el sentido común no funciona en mucho de sus asesores y/o fotógrafos. No hablaré del manejo del color de la fotografía, del retoque ni de cuestiones técnicas, sino de lo elemental y lo que concierne al campo comunicación política.
Regla número uno: ¡Nunca sacar al candidato con los brazos cruzados!
Lo que expresan los brazos cruzados forman parte, no de un conocimiento básico de comunicación politica, sino de un conocimiento elemental de comunicación no verbal, y aun así, es un error muy recurrente. Los brazos cruzados denotan desinterés, rechazo, cerrazón, alejamiento, etc. Esta posición en combinación con diferentes gestos, puede expresar soberbia, desinterés o hasta inseguridad. ¡Un candidato nunca debe salir con los brazos cruzados!
Regla número dos: La mirada siempre al frente.
El efecto cuando alguien “no te deja de ver” en una foto se logra simplemente viendo al lente de la cámara, y ese es el objetivo. Que el observador sienta que el candidato lo está volteando a ver a él.
Es muy riesgoso experimentar con otras formas. Si se voltea a ver hacia abajo, se expresa inseguridad, si se ve hacia los lados, expresa un candidato distraído, y hacia arriba, un candidato abstraído en sus ideas. Salvo algunas excepciones, la mirada hacia arriba puede utilizarse para comunicar esperanza, pero repito, es un experimento muy riesgoso, que sólo algunos candidatos, muy indentificados con ese concepto, podrán utilizar, como lo hizo Obama en el año 2008.
Regla número tres: La cara también de frente.
Tener la mirada al frente no significa que la cara lo esté. Puede parecer algo sencillo, pero para que una fotografía realmente se esté tomando de frente, hay que tomar tres elementos en cuenta:
-Giro de la cabeza: afortunada o desafortunadamente, no todas las personas tienen simetría en su cara, aspecto que es considerado muy relevante a la hora de intentar medir la belleza (si es que se puede), sin embargo, independientemente de la simetría en las facciones de las personas, y en este caso, de un candidato, hay que asegurarse que la cabeza esté centrada hacia la cámara, de lo contrario, se obtendrán miradas torcidas que modificarán la mirada natural del candidato.
-Altura de la cámara: Es importante colocar el tripie a la altura a la que se encuentre la cara del candidato, de lo contrario, se corre el riesgo de que la fotografía salga con un plano picado (de arriba hacia abajo) que puede mostrar al candidato disminuido, o contrapicado (de abajo hacia arriba) que puede expresar una imagen soberbia.
-Levantamiento del mentón. La importancia de cuidar qué tan levantado o hundido se encuentra el mentón, va relacionada con la mirada dirigida hacia el lente. Si el mentón se encuentra levantado, como el candidato estará viendo hacia el lente, la mirada se dirigirá hacia abajo, y expresará soberbia. Si el mentón se encuentra hundido en cuello, la mirada se levantará y expresará enojo o sorpresa.
Regla número cuatro: Cuerpo a 20°.
Caso contrario a la cara, el cuerpo no deberá estar completamente de frente a la cámara, esto para evitar que la fotografía parezca una foto de credencial, o peor aún, de ficha delictiva. El giro debe ser suave, de aproximadamente 20 grados, de esta forma, se evitaran gestos extraños que se producen cuando se gira en demasía el cuerpo, y se verá una posición más natural y cómoda del candidato.
Regla número cinco: No vestir forzosamente con los colores del partido.
Esta es otra costumbre muy arraigada en México y Latinoamérica. No importa que los partidos sean rojos, amarillos, verdes, morados, es muy común que a los candidatos los retraten con camisas y/o blusas de ese color, sin importar si al candidato le favorece el mismo. Tampoco se trata de utilizar los colores de los adversarios, pero siempre existirán el blanco y los colores neutros.
Supongo que sobra decir que no hay que vestir tirantes, escotes, straples, playeras, etc.
Regla número seis: Plano medio corto.
Hablando con lenguaje cinematográfico, la fotografía de preferencia debe tener un encuadre de primer plano, plano medio corto o plano medio, siendo el segundo la mejor opción para la mayoría de las personas, aunque el mismo dependerá de las características físicas del candidato.
Se puede hacer una lista muy extensa de “ideales” para las fotografías de un candidato, sin embargo, cumpliendo con estas seis reglas, se obtendrá una fotografía apegada a la seriedad y compromiso que conllevan la participación en una campaña electoral y sobre todo, en una elección.