De los últimos posts que he escrito de fin de año, creo que este es el que escribo con más desánimo. Sin embargo, sería un error que porque algunas cosas no han salido como he querido en estos días, opacaran al resto del año. Y es que eso ha sido un error muy constante en mi vida: darle mucha importancia a lo negativo y frustrarme por ello.
Sin embargo, tengo qué agradecerle a Dios por haberme bendecido un año más con mi familia, un año más con mi novia hermosa, y por haber puesto en mi vida este año a tres perritos más (Morrito, Mocoso y Avena que es de mi novia) que me recuerdan todos los días lo que es la lealtad y el amor.
En este año obtuve además mi primera propiedad, que aunque pequeña, son logros importantes en la vida.
A pesar de que mi salud se deterioró un poco y nunca había sufrido tanto por migraña como en este año, no hay nada grave qué lamentar y mucho qué agradecer.
Este año también se fue un tío que me caía muy bien, y aunque todos vamos para allá, pues esas situaciones siempre son difíciles.
En general fue un año bueno, con pocos altibajos, pero tranquilo, y agradezco por eso.
¡Feliz 2015 a todos!