Pienso que cada quien es libre de proteger (o no) sus creaciones, de sacarle todo el provecho económico que pueda o de abrir sus obras a todo el mundo. Sin embargo, ese derecho que permite lucrar con las creaciones, sólo debería ser del autor y debería ser único e intransferible.
Al morir, las obras de cada persona deberían pasar a ser automáticamente un legado para toda la humanidad, eso que le dejamos al mundo con nuestro estancia en esta vida. Ese legado que debería ser libre de reproducir, distribuir y copiar, conservando solamente el reconocimiento al creador.
¿Por qué el hijo de un músico debería cobrar por lo que hizo su padre? Al decir que los derechos de autor son intransferibles, también me refiero a que no deberían ser heredables.
Creo que nadie debería lucrar con el aporte que hace cada uno a la humanidad, ni siquiera si es de nuestra sangre.
JESÚS CUEVAS 