Y la noche era lluviosa. Tu pelo lacio combinaba con lo excitante del olor de tu perfume. Quería abrazarte, acariciarte. Quería casarme, pero la noche era lluviosa. Los semáforos acompañaban nuestra música con su luz intermitente. Te agarraba de la mano mientras besaba tu mejilla. Quería casarme, pero la fiesta comenzaba. Y comenzó desde que te subiste a aquel carro negro que combinaba con tu sombrilla y tu vestido. Y con tu pelo. Y devoraste mis ansias y la lluvia lavó el deseo. Quería desearte pero quería guardar ese momento. En el ayer. En el mañana. En el siempre. En mi mente. En lo negro de esa noche. En el olvido. En lo blanco de tu piel. En lo obscuro del deseo. En el misterio de tu ser y la intensidad de tu persona. En lo negro de la tela, tu cabello, y de mi noche.
(5/8/09)