No eras tú

Y odio tener que aceptarlo, pero ese espejismo que te cubría y te convertía en belleza, hoy no es más que una farsa indeleble. La belleza nunca vivió ahí. Nunca contigo. Perteneció siempre al hogar que no quise visitar. Siempre ha estado con su dueña, dueña que hoy me hace soñar; junto a la inocencia y la sencillez, también posesiones de ella. Pero su riqueza me marea, me emociona y me pierde. Y al final, sólo eres tú quien es capaz de encontrarme, de aterrizarme.

(1/10/09)

Deja tu comentario

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

%d bloggers like this: