Hace apenas unas semanas me percaté de que, cuando voy caminando, si puedo hacerlo por la calle, en lugar de por la banqueta, lo hago. Horas atrás, saqué a pasear a mi perra, y me di cuenta que, mientras ella iba caminando por la banqueta, yo iba caminando a media calle, sobre el empedrado.
No me gusta caminar por las banquetas de Colima (y mucho menos por las de Villa de Álvarez), porque se encuentran en pésimo estado, porque el ayuntamiento no pone control alguno sobre estas y no realiza mejoras a las banquetas, por lo que muchas veces es más incómodo caminar sobre estas que sobre la calle.
Árboles que obstruyen el paso porque no los podan, árboles que levantan los bloques de cemento y rompen banquetas sin que nadie las arregle, personas a las que les vale madre y construyen sus rampas para entrar a la cochera sin respetar el nivel de las banquetas dejándolas con un declive, gente que construye escalones a media banqueta para entrar a sus casas, lugares que no tienen firme y donde sólo construyeron un machuelo por lo que tienes que ir caminando sobre tierra, o muchas veces el zacate ya invadió donde debería haber piso firme. Lotes baldíos cuya maleza ya invadió el paso peatonal. A todo esto, agreguemos que mucha gente inconsciente deja sus portones o canceles abiertos obstruyendo el paso. También hay banquetas que tienen (a lo mucho) un metro de ancho y no puedes ir caminando en pareja, o gente que deja sus carros a la mitad de la cochera obligando a que uno rodee su vehículo. Si es de noche, los árboles tapan la iluminación a las banquetas. También consideremos cuando hay una obra y dejan reventado sin alguna advertencia. En lugares muy concurridos, la gente no sabe que se camina por la derecha, y que, si te topas con una mujer, se le deja el lado interior a ella. Y por último, la epidemia: gente que va viendo el celular. Aunque estas últimas cuestiones son más de falta de educación que falta de gobierno.
Por eso y más, es que prefiero caminar por las calles, porque, paradójicamente, sobre éstas, (casi) no debo ir sorteando obstáculos.