Y te siento, y puedo respirarte. Y te huelo, y puedo acariciarte. Y te beso y puedo desnudarte. Y te huelo y puedo abrazarte. Y sé que estás tranquila, que sólo ahí, en ese lugar, en ese momento, vives en paz; paz que no quieres, paz que te intoxica, que te aburre, pero paz que sabes bien que sólo ahí encuentras.
(28/12/10)