Que desde que la vi al entrar, me enamoré. Que debo con disimulo practicar un acoso que por segundos me enamora.
Si tan sólo supiera que admiro su belleza, que contemplo la hermosura que me permite el reojo, que la única razón en esa dirección es ella.
Y de repente se esfumará y todo quedará en segundos de emoción, y se llevará la ilusión de volver a creer en el amor a primera vista.
(14/03/11)