Como en aquel balcón donde apareciste imaginaria,
así te quedaste para siempre.
Como en ese lugar, al que temías, de altura, de espacio.
Donde lloraste, te quedaste. Como en el lugar aquél.
El balcón ahí sigue. Y tú, imaginaria, vives en él.
Como en el balcón del que caíste y sobreviviste.
Como en el mismo, te presentas nuevamente.
Ausente. Imaginaria.
(20/07/11)