Quisiera ver la primavera.
Quisiera verla florecer en tu mirada,
verla marchitar en tu corazón
y verla renacer en tu alma
Quisiera llenarme de tu encanto,
lavarme con la espuma de tu belleza,
acariciar el resplandor de tu piel
y abrazar la suavidad de tus besos.
Pero la primaverá ya pasó,
los cánticos de tus entrañas se apagaron,
la llama en tu pupila se ha extinto,
tus manos han muerto en el verano.
Quisiera que estuvieras en este invierno,
que me abrazara la ternura de tu cuerpo,
que me quemara lo terso de tus manos,
que me cobijara lo frío de tu persona.
Quisiera ver la primavera en tu mirada,
que floreciera en lo terco de tu ser,
que marchitara en tu estéril corazón,
y que al final, como en otoño,
deshojara lo cruel de tus engaños.
(Octubre 2009)