
Una de las claves para poder integrar el minimalismo en tu vida, es no actuar conforme a la excepción, en otras palabras, no pensar en el “por si..” o en el “es que si…”, sino tomar nuestras decisiones siendo consciente de lo regular, de lo ordinario, de lo común.
¿En qué consiste?
Cuando te encuentras en un proceso de depuración, uno de los mayores obstáculos siempre será “Esto no lo elimino, porque luego lo puedo necesitar”. Eso es pensar en la excepción.
Ejemplo: Te encuentras en un proceso de depuración de tu área de trabajo. Hay unos post its que no necesitas, que tienen 8 meses que no tocas, pero que, no quieres eliminar, por si un día de estos los llegaras a ocupar.
Lo mismo con la ropa que no te queda o no te gusta pero que no tiras. Lo mismo con las maletas de viaje cargadas de cosas “que podrías necesitar”, cuando probablemente puedes llevar sólo una mochila de mano. Lo mismo con los libros que ya has leído o tus notas de la escuela que no necesitarás más.
Deja de suponer. Actuar conforme a la excepción, es actuar con una mentalidad de carencia, de necesidad y de inseguridad. Piensas que podrá llegar el momento en el que no puedas satisfacer esa necesidad si no cuentas con una u otra cosa de la que no te quieres desprender. Llegas -incluso -a estar incómodo por cargar contigo (física o mentalmente) esas cosas que no necesitas.
Olvídate de esa frase que dice “hombre precavido vale por dos”. Seguramente habrá momentos en los que te sea útil ser precavido, sin embargo, también seguramente, si necesitas algo, ya verás la forma de resolverlo.