Amor,
Si estás leyendo esto es porque tuve el valor de enviártelo por correo. Bien por mí.
No me conoces muy bien, pero si me dejas comenzar, tiendo a insistir sobre lo difícil que es escribir para mí. Pero esto, es lo más difícil que tuve que escribir.
No hay una forma fácil de decirlo, entonces, te lo diré: Conocí a alguien.
Fue sin querer. No lo buscaba. No estaba en los planes. Fue una tormenta perfecta. Dijo algo, le respondí. Lo que supe es que quería pasar el resto de mi vida en medio de esa conversación. Ahora tengo esta sensación en mis entrañas: “Podría ser ella”. Está muy loca y me hace reír. Es muy nerótica. Con todo lo que eso significa, ella eres tú. Esa es la buena noticia.
La mala, es que no sé cómo estar contigo justo ahora, y eso me asusta. Porque si no estoy contigo ahora, tengo la sensación de que nos perderemos por allí. En un mundo grande y malo, lleno de giros y de vueltas, la gente parpadea y se pierde el momento, el momento en el que pudiste haber cambiado todo.
No sé qué sucederá con nosotros. Y no puedo decirte por qué deberías confiar en mí. Pero, demonios, hueles tan bien, como el hogar, y haces excelente café. Debe servir para algo, ¿No?
Llámame.
Siempre tuyo,
Carta tomada de Californication. Temporada 2. Capítulo 10, “In Utero”.