Caminaba al son de Bebo

De repente, de tanto correr hacia la nada y de gastar energías inutilmente, sus pasos empezaron a desacelerar, su respiración se hizo más profunda y pausada, su mente parecía que empezaba a despejarse. Mientras tanto, sus oidos disfrutaban de un rítmico jazz, de una combinación de notas exquisitas que deleitaban su mente: Bebo tocaba. Y al ritmo de los dedos de Valdés tocando el piano en su imaginación, su sonrisa crecía, sus pupilas se dilataban, su vida se alegraba.

 

(08/05/11)

Deja tu comentario

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

%d bloggers like this: